España vive un aumento preocupante y sin precedentes en denuncias por discriminación laboral. Cada día más personas trabajadoras consiguen victorias judiciales contundentes frente a despidos declarados improcedentes por discriminación. Las estadísticas oficiales confirman un crecimiento imparable de sentencias condenatorias contra empresas que ignoran la ley y vulneran derechos fundamentales. Las consecuencias son claras: compañías desprestigiadas e indemnizaciones récord. Ante este escenario crítico, las empresas necesitan un cambio de paradigma con urgencia. Garantizar que sus procesos de despido cumplen con la normativa vigente ya no es una opción, es la única vía para evitar un escándalo judicial. Ahora más que nunca, es fundamental disponer de protocolos claros y herramientas efectivas para gestionar estas situaciones de forma rápida, segura y legal.